China se apega al TLC y Uruguay retoma la apuesta para el Mercosur

El ministro de Relaciones Exteriores chino Wang Yi desembarcó en Carrasco y dijo en el salón rojo del Palacio Santos que Uruguay es, a todas luces, la puerta de ingreso en el Atlántico sur que su gobierno pretende usar para estrechar las relaciones cooperativas con una región que mira con creciente cariño.

Ni si quiera hace falta creerle demasiado. Solo basta observar el hecho que en esta gira a América Latina, la cancillería china tocó dos puntos: Chile en el Pacífico y Uruguay en la otra punta.

“Con el canciller tenemos altas coincidencias sobre la incorporación de Uruguay a la iniciativa de la franja y de la ruta (de la seda) y de que Uruguay es el socio más confiable de China en este camino”, dijo el jefe de la diplomacia china minutos antes de revelar un principio de acuerdo para la firma de un memorándum bilateral para el establecimiento de este mecanismo de cooperación.

“Uruguay ha planteado su deseo de ser un hub regional del Atlántico sur de la iniciativa de la construcción de la franja y de la ruta a lo que queremos expresar nuestro alto aprecio”, agradeció.

Wang –uno de los miembros más populares del gabinete de Xi Jinping y un refinado diplomático- dijo de todas las formas habidas y por haber que China tiene apetitosos planes para Uruguay desde el punto de vista comercial. Lo hizo luego de estar reunido durante una hora con el presidente Tabaré Vázquez en la residencia de Suárez y Reyes (cuando la reunión estaba planificada para durar la mitad).

A puertas cerradas y luego en público las dos partes manifestaron su interés de avanzar para la concreción de un acuerdo de libre comercio, ya sea de forma bilateral o incorporando a todo el Mercosur.

El canciller chino se expresó largamente sobre el tema. Dijo que en su conversación con Vázquez y con Nin habían “coincidido” en la necesidad de “impulsar junto con Uruguay y otros miembros del Mercosur, la construcción de una zona de libre comercio”.

Minutos más tarde y, ante la pregunta consensuada de los periodistas uruguayos, Wang dijo que China “ya está preparada” para la realización de un estudio de factibilidad conjunta como paso previo para la realización de un Tratado de Libre Comercio.

“Hemos mantenido una actitud abierta sobre la posibilidad tanto de firmar el TLC bilateral con Uruguay como firmar el TLC con Mecosur en su conjunto”, subrayó.

El canciller del gigante asiático indicó que la firma de este tipo de acuerdos es una “tendencia ineludible” a nivel global y puso el énfasis en que un tratado de este tipo “corresponde a los intereses fundamentales” de Uruguay.

Y fue muy gráfico al respecto: “una vez firmado este documento China tendrá acceso a un mercado de más de 3 millones pero Uruguay tendrá acceso a un mercado de 1.300 millones de personas, por eso es un cálculo muy simple cuya respuesta la sabemos todos fácilmente”.

A su turno, Nin Novoa informó que el gobierno impulsará “con fuerza” el TLC con China en el seno del Mercosur durante su presidencia pro témpore que inicia en junio. En realidad este tema ya está dentro de la agenda institucional del bloque. Luego de la visita de Vázquez a China en octubre de 2016, la diplomacia uruguaya no logró conseguir la conformidad de sus socios regionales para poder negociar. Ahora, parece que va por un nuevo intento.

Para un país que mira en el largo plazo y que tiene paciencia estratégica la relación lo es todo. Y por eso Wang destacó la “alta estabilidad” como la características más destacada de las relaciones sino-uruguayas y la “sólida relación de confianza mutua”.

“Quiero expresar nuestro agradecimiento a todos los presidentes y líderes de diferentes generaciones de Uruguay por sus excelentes aportes a las relaciones”, subrayó.

“Hoy he tenido una conversación fructífera, productiva y muy profunda con el presidente Tabaré Vázquez y el canciller Nin sobre la profundización de nuestra asociación estratégica y de la cooperación en los próximos 30 años llegando a amplios consensos”, agregó.