Nació en Estados Unidos, es veterinario y vino a Uruguay para hacer del cannabis un negocio multimillonario
Jordan Lewis, CEO de Fotmer Life Sciences, cree que en los próximos cinco a siete años el país podría exportar productos vinculados al cannabis medicinal por un valor de US$ 1.000 millones.

Jordan Lewis, CEO de Fotmer Life Sciences. Foto: Darwin Borrelli
El año pasado lo que más exportó Uruguay fue celulosa. Fueron US$ 1.660 millones. Pero Jordan Lewis, CEO de Fotmer Life Sciences, afirma que hay una industria con potencial para patear el tablero y hacerse un lugar entre lo más vendido por el país fuera de sus fronteras: la del cannabis medicinal.
Lewis confía en que la marihuana medicinal tiene lo que se necesita para jugarle de igual a igual a las vacas, a la soja y a la celulosa, los rubros estrella de las colocaciones nacionales.
Fotmer se dedica a producir, comercializar y exportar cannabis medicinal. De hecho, esta semana la empresa anunció que había concretado su primera venta al exterior, algo inédito en el país. Envió a Australia un cargamento de cannabis medicinal con alto contenido de THC. “El producto es flor seca, pero no se parece al prensado paraguayo”, explica Lewis a El País entre risas. Es una “linda flor” que en Australia se distribuye en paquetes de diez gramos. Si bien el empresario no precisa cuánto pagará cada paciente cuyo médico le prescriba el cannabis medicinal en ese país, sí dice que en el mercado se pagan entre US$ 8 y US$ 15 por gramo.
Lewis está contento con la exportación a Australia. Significa, dice, “el fin de la mentalidad de la guerra a las drogas y una nueva aproximación a la regulación del cannabis”.
Alemania en la mira.
Después de esta primera exportación a Australia, ahora Fotmer tiene la mira puesta en Alemania. Se trataría también de flores secas pero sería un volumen mayor del que mandaron en ese primer envío. “Nuestra expectativa es que sea monumental”, dijo Lewis, aunque prefirió no manejar cifras.
Según proyecciones, afirma el empresario, el mercado del cannabis medicinal crecería hasta los US$ 100.000 millones en la próxima década. Uruguay, dice, podría quedarse con una porción importante de esa torta. “Creemos que en Uruguay podría fácilmente convertirse en una industria multimillonaria”, asegura. En concreto, Lewis considera que en los próximos cinco a siete años el país podría exportar productos vinculados al cannabis medicinal por un valor de US$ 1.000 millones.
Para lograr este objetivo, cuenta que el plan de expansión de la firma que lidera requerirá una inversión cercana a los US$ 100 millones en los próximos años. Esto porque se espera, dice, que el negocio de Fotmer “genere ganancias de varios cientos de millones de dólares”, también en los próximos años.

La primera exportación tuvo como destino Australia. Foto: Fotmer
La llave para alcanzar esto, asevera, es que el gobierno les conceda la extensión de la licencia que pidieron tiempo atrás. Hoy Fotmer está autorizado a producir diez toneladas de flores secas y cinco toneladas de aceite, pero pidió hacer trepar esa cantidad hasta 250 toneladas de biomasa.
Emplea directamente a 175 personas.
Fotmer tiene una planta -donde están los invernaderos en Nueva Helvecia (Colonia)- y un laboratorio donde trabaja en nuevos productos en el Parque de las Ciencias, la zona franca sobre la ruta 101 (Canelones). Hoy trabajan allí 175 personas y si se cuentan los empleos indirectos la cifra sube a 350.
La lista de virtudes que Lewis enumera de esta industria tiene varios puntos: la creación de empleos de calidad, la fabricación de un producto muy diferenciado y con el que Uruguay podría llegar a nuevos mercados y también la contribución al Producto Interno Bruto (PIB) nacional. “Esta industria podría contribuir significativamente a la base económica del país”, sostiene.
Para que esto se concrete, considera que Uruguay está “en el camino correcto”, pero agrega que para llevar a la industria al “próximo nivel” el gobierno debe seguir con su “apoyo”. Agrega también que hay que “educar” tanto al país como al gobierno “acerca de la oportunidad que hay aquí” y menciona que existen algunas “agencias insulares” que “están empezando a recién a entender” el potencial que tiene el cannabis medicinal para la economía local.
Porque, además, si bien Uruguay tiene legislación que le permitió golpear primero, el “mundo se está abriendo” y hay “competidores ingresando”. Uruguay tiene hoy sobre el resto “una ventaja de tres o cuatro años” que se puede mantener “si todo el mundo trabaja junto para lograr el objetivo”.
De veterinario a empresario del cannabis.
Pero, ¿cómo llegó este estadounidense a convertirse en uno de los principales empresarios de la industria del cannabis en Uruguay? Todo empezó con un consejo. Hace diez años Lewis -veterinario de profesión- vivía en Buenos Aires. Estaba buscando dónde pasar sus vacaciones y un amigo le sugirió cruzar el Río de la Plata. Su afición al kite surf lo llevó hasta Laguna Garzón. El lugar le gustó tanto que primero compró un terreno. Después construyó ahí una casa.
En 2009 volvió a Estados Unidos y ahí se involucró por primera vez con la industria del cannabis en el lugar que es el corazón de esta actividad en ese país: Colorado. Tiempo después, un grupo de amigos que había generado durante su estancia en Uruguay le dijo que debería prestar atención a lo que estaba pasando aquí.
Es que en 2013 Uruguay aprobó la ley que lo convirtió en el primer país del mundo en legalizar la producción, venta y consumo de marihuana.
Fue el gancho que hizo que en 2016 Lewis y su familia se mudaran a Uruguay, con el objetivo de desarrollar la industria del cannabis medicinal. “Pero las cosas no pasan tan rápido como vos esperás”, dice hoy. La licencia que el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) tenía que emitir no salió tan rápido como él esperaba, por lo que a fines de ese año volvió al norte del continente.
En octubre de 2017 el empresario recibió la llamada que tanto había esperado: tenía luz verde para empezar a trabajar. “Desde esa fecha estamos trabajando a toda velocidad”, sostiene, y agrega que trajo a Uruguay sus “diez años de experiencia cometiendo errores” en la industria en Colorado.

Planta de Fotmer en Nueva Helvecia (Colonia). Foto: Fotmer
El modelo de negocios que idearon para ser “sostenibles financieramente”, cuenta Lewis, implica, entre otros, realizar cultivos de estación -”no crece los 365 días del año sino que trabajamos con los parámetros que la naturaleza nos da”-.