El banco HSBC se dispone a informar una nueva ronda de despidos que afectará a varios de sus altos directivos internacionales y reducirá su presencia en algunos mercados más pequeños, como en los de América Latina, en el marco de una reorganización estratégica.

La revisión examinará la presencia de HSBC en algunos mercados de América Latina, dijeron las fuentes, una región que representa sólo el 3% de sus beneficios antes de impuestos. Aparte de México, su presencia en otros países de la región es pequeña.

Aunque no está claro cuántos puestos de trabajo se eliminarán, las fuentes dijeron que la medida afectaría principalmente a las operaciones del banco en Londres y, en menor medida, en Asia, que aporta casi el 90% de las utilidades del banco. En agosto, el director financiero de la entidad, Ewen Stevenson, dijo que el banco recortaría unos 4.000 puestos de trabajo en 2019 para reducir costos.

El País consultó ayer al banco sobre qué pasará en Uruguay, pero desde este prefirieron no hacer declaraciones.

A fines del año pasado, en entrevista con El País, el CEO de HSBC en Uruguay, Geoffrey Fichte, había dicho que si bien la economía uruguaya presentaba algunas complejidades tales como el crecimiento económico y el nivel de desempleo, “todavía hay oportunidades” y manifestó que el panorama para el país en el 2020 era “de muchas oportunidades”.

En esa ocasión Fichte manifestó que “somos optimistas para el próximo año, estamos creciendo, hemos apostado por Uruguay”.

En Uruguay el banco ha tenido múltiples intentos de venta, pero ninguno se concretó. Entre el 2012 y el 2017 el HSBC inició tres procesos de venta. El primer intento de venta formaba parte de una operación regional con el grupo Gilinski de Colombia, llevó casi dos años y fracasó por requisitos del Banco Central y en los dos últimos la casa matriz optó por mantener las operaciones en Uruguay. (Con información de Reuters)