
En Uruguay hay una suerte de vacío legal. “No es ilegal tener bitcoins ni está prohibido comprar o vender”, resume el empresario Pablo Coirolo. Pero los bancos no permiten transacciones vinculadas a criptomonedas: “Si yo hago una venta de bitcoins con mi cuenta bancaria, me la cierran. Eso es irónico porque hay bancos que venden a sus clientes en otros países”, dice Coirolo.
El Banco Central, en tanto, trabaja en varias iniciativas para regular las criptomonedas, aunque aún “no tiene una posición formal respecto a este tipo de instrumentos”, según dicen desde el Área de Comunicación Institucional. La idea es “acercarse al tema y profundizar en los riesgos que plantea la actividad”.
Una de las iniciativas planteadas a través de la Oficina de Innovación apunta a entidades prestadoras de servicios vinculados a activos digitales y se busca cumplir con la recomendación 15 de GAFI, que llama a identificar y evaluar los riesgos del lavado de activos y financiamiento del terrorismo mediante nuevas tecnologías. También seguirán con el estudio de la emisión de una moneda electrónica del Banco Central.
El economista argentino Gabriel Kurman dice que Uruguay cuenta con todas las características como para posicionarse como “un hub blockchain en Latinoamérica”. Es “una oportunidad única” para la que “no hay que dormirse”.