La industria audiovisual en Uruguay crece y se proyecta a nivel internacional
Uruguay tiene condiciones de posicionarse internacionalmente, en el campo audiovisual, como un destino confiable, con recursos, equipos y mano de obra preparada para realizar grandes producciones, según la última investigación realizada por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres).
La industria audiovisual uruguaya tuvo un gran año 2020, a pesar de las restricciones por la emergencia sanitaria, y muchas producciones internacionales eligieron a Uruguay como destino ideal para llevar adelante sus rodajes.
Un punto que destaca el análisis realizado por Ceres es que los puestos de trabajo que se generan en este sector tienen un menor riesgo de automatización que otro tipo de empleos. Dicho riesgo es el asociado a la probabilidad de que su trabajo sea sustituido en el futuro por una máquina.
Uruguay tiene ventajas competitivas en la producción audiovisual, que las autoridades pretenden canalizar mediante un centro de servicios en el este, a través del régimen de zona franca, lo que fue anunciado en los primeros días de junio por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou.
“En medio de restricciones que afectaron a la industria en todo el mundo, la relativa normalidad que se vivió en el país permitió que películas y series pudieran seguir sus cronogramas. Esta actividad del mundo audiovisual requiere profesionales e insumos de varios sectores económicos, lo que permite generar empleos que escapan a la tendencia a la automatización”, dice el informe de Ceres.
De esa manera, la multiplicación de producciones en territorio uruguayo “repercute de forma positiva en el trabajo local, no solo por la cantidad de mano de obra que se genera, sino por la calidad de empleos ocupados”.
La situación actual del sector
En Uruguay existen actualmente unas 460 empresas vinculadas a la producción audiovisual. Estas productoras o empresas pueden llegar a crecer a medida que ganan experiencia y reconocimiento.
Según el informe de Ceres, actualmente, la mayoría de las productoras son pequeñas, y no cuentan con una gran plantilla fija de trabajadores, lo que se debe a que el flujo de trabajo tiene fluctuaciones considerables, sujetas a los proyectos a realizar. Eso determina que la modalidad con la que trabaja la actividad audiovisual es la de contratar personal a medida que se van concretando los proyectos específicos: camarógrafos, técnicos, escenógrafos, asistentes, entre otros. Eso puede cambiar si el flujo de proyectos es más estable y las productoras optan por mantener plantilla fija de personal, y evitar salir a buscar para cada proyecto puntual.
En 2019, la actividad audiovisual empleaba a 9.879 personas en las categorías (i) producción de películas, series y programas, (ii) postproducción, (iii) agencias de publicidad, (iv) cines y distribución de películas, (v) radio y (vi) televisión. El promedio de riesgo de automatización de estos empleos es 49,7%, bastante menor al promedio general, que es de 63,2%. Algunos de los empleos que tienen menor riesgo son más exclusivos a la actividad, como los directores de cine y afines y fotógrafos, o los locutores de radio, televisión y otros medios de comunicación y los periodistas.
Muchas otras tareas también son sustentables, pero no específicas de la actividad. Algunos de ellos son diseñadores gráficos y multimedia, administradores de sistemas, representantes comerciales, desarrolladores de software y electricistas de obras y afines. De existir un aumento de la demanda en la actividad, las personas que realizan este tipo de tareas en otros sectores tienen una facilidad relativa a la hora de volcarse a lo audiovisual
El año 2020 estuvo marcado por la crisis de covid-19 y la actividad audiovisual no estuvo ajena a esa situación, pero gracias al desempeño favorable del país en términos sanitarios, junto con la estructura de incentivos oficiales y la experiencia de las productoras audiovisuales, el año registró un considerable aumento de producciones realizadas en el país. Tal es así que varias plataformas de streaming han comenzado a filmar proyectos en Uruguay y a concretar muchos más.