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Uruguay es “la joya de la corona” para los inversores en el negocio de la carne
Sergio de Zen, investigador de la Universidad de San Pablo, advirtió limitantes en la ganadería local y elogió que el país “no hizo ninguna pirotecnia” en el mercado interno
En un mundo en el que la tendencia es que más países, especialmente los asiáticos, aumenten su consumo de carne, Uruguay tiene “una gran ventaja” respecto a Brasil y Argentina, porque “no hizo ninguna pirotecnia” de su mercado y tiene calidad de producto.
Eso fue lo que destacó a Campo Sergio de Zen, encargado del área de investigaciones del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada de la Escuela Superior de Agricultura Luis Queiroz, que funciona en la Universidad de San Pablo, Brasil.
En cuanto a la inversión de China en la compra de frigoríficos en la región, el especialista dijo que “Uruguay es la joya de la corona”. La carne uruguaya “tiende a ser la más valorizada” del mercado internacional, pero “tiene la restricción en el tamaño de su producción”, señaló.
De Zen, que es agrónomo y doctor en Economía, fue uno de los disertantes del Congreso Mundial de la Carne, realizado entre el lunes 7 y el miércoles 9 en Punta del Este.
A continuación un resumen de la entrevista.
Sergio de Zen
—¿Cuáles son las tendencias en el mercado internacional de la carne?
—La carne vacuna es la que comanda el sector de la proteína animal, dado que es la carne más difundida y cuyo costo de producción es el más elevado. Y además, muchos países no tienen la capacidad de producir como los del Mercosur. La elasticidad en la producción que tenemos en la región —y que es muy grande principalmente porque en Brasil hay índices bajos de productividad pero que son crecientes—, es una situación favorable para la expansión del Mercosur, copando los espacios del mercado internacional.
A medida que los países aumentan su renta, específicamente en zonas del Sureste Asiático, incluyendo China, Medio Oriente y África, tienden a incrementar el consumo de carne. Actualmente tienen un consumo per cápita muy bajo de ese producto. Y uno de los factores que determinan ese consumo bajo es la evolución de la renta; a medida que esas economías crecen terminan abriendo sus mercados.
Eso comienza a suceder en naciones asiáticas; entonces, países como Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay, tienden a beneficiarse de esta situación.
Uruguay tiene una gran ventaja respecto a Brasil y a Argentina, porque tiene en la carne un producto muy bueno y es un país que pasó por varios gobiernos y no creó impuestos a las EXPORTACIONES , no hizo ninguna pirotecnia con el mercado, dándoles seguridad a los compradores de carne en cuanto a la posibilidad de ofrecer un buen producto, a un precio competitivo y sin riesgos para el suministro.
—¿Cuáles son las limitantes en cada uno de los países de la región?
—Brasil es un gigante que oferta todo tipo de carne, desde una muy buena hasta una de mala calidad. Es el país que ofrece producto para todos los mercados, hay más de 180 países que consumen carne brasileña. Y eso es una ventaja para los brasileños, que tienen un país más complejo con diferentes sistemas de producción.
Argentina tiene una carne con un nombre, una reputación y un padrón de calidad que son muy buenos, pero tuvo problemas políticos que llevaron a una interrupción de ese proceso de producción, de inversión y del crecimiento de la oferta. Por culpa de eso, Argentina perdió muchos mercados que fueron ocupados por Brasil y Uruguay, que ganó un renombre y una confianza. Por eso, la carne uruguaya tiende a ser la más valorizada, con más valor agregado que Argentina y que Brasil. Solo que tiene la restricción del tamaño de la producción.
—En Uruguay la mayoría de los frigoríficos pertenecen a capitales extranjeros. ¿Cómo ve el fenómeno de internacionalización de la producción de carne?
—El proceso de concentración de la agroindustria no se restringe a la carne bovina. Abarca casi todos los sectores de los agronegocios, dado que los márgenes de rentabilidad son pequeños y entonces se precisa de mayores volúmenes de negocios. Las empresas tienden a ser cada vez más grandes para conseguir una rentabilidad. Eso llevó a un crecimiento de las empresas brasileñas que en un primer momento fueron incentivadas por el gobierno, que bancó el financiamiento para adquirir otras firmas y después hubo otras áreas de inversión.
En Brasil el nuevo gobierno está queriendo cambiar esa política de intervención, de subsidio de capital a la inversión.
¿Y qué está ocurriendo ahora? Los capitales de China están invirtiendo en la compra de frigoríficos porque piensan que es un buen negocio. Es un mercado creciente, un valor agregado cada vez mayor y la joya de la corona es Uruguay. Porque tiende a tener un valor agregado muy grande y todas las empresas productoras de carne son atractivas. Uruguay atrae por la calidad, mientras que Brasil es atractivo por la cantidad. Argentina está reciclando, está cambiando su forma de trabajar.
La novedad son las empresas chinas intentando comprar otras firmas. La expectativa es que como JBS, Minerva y Marfrig, que son empresas brasileñas con capital abierto en el mercado, entonces los chinos compren participación accionaria en esas compañías.
—Considerando el poder económico de China y el avance que tuvo en años recientes en la compra de las principales firmas de semillas, de agroquímicos y otros sectores además de tierras en otros países, ¿no es necesario establecer alguna regulación interna?
—China está intentando hacer inversiones porque será un país IMPORTADOR eterno de alimentos. El problema es que, por ejemplo en Brasil, sin abrir nuevas áreas se consigue aumentar la producción porque los índices de productividad son bajos, en comparación con otros países. En Uruguay se tiende a valorizar las tierras porque ya tiene niveles de productividad mayores y la calidad de su producción es mejor.
Ahora, una eventual reglamentación debe ser estudiada con mucho cuidado porque puede CONVERTIRSE en una medida que pueda traer algunos maleficios, como ocurrió en Argentina.
Brasil opera más libre, e incluso gobiernos de izquierda evitaron la intervención estatal en el sector productivo. Más bien otorgaron condiciones financieras para que algunos grupos empresariales dieran comprar otras empresas.
No nos olvidemos de Paraguay, que también tiende a aumentar su producción, como Brasil, y tiene costos más bajos que otros países de la región.
Temas de análisis
Luego de Uruguay, la participación mayoritaria en el reciente Congreso Mundial de la Carne fue de Francia y de Brasil, seguidos de Argentina, Reino Unido y Paraguay, según datos del Instituto Nacional de Carnes.
Los pesos pesados del negocio de la carne en el mercado internacional se hicieron presentes en ese evento, donde fueron analizados temas vinculados a la fidelidad del consumidor, las tendencias de los mercados, el bienestar animal, la salud humana y la alimentación, además de la sostenibilidad y las políticas comerciales.